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Un estudio liderado por el IGTP revela la correlación entre la transcriptómica de las lesiones de tuberculosis y los parámetros clínicos de los pacientes

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Investigadores de la Unidad de Tuberculosis Experimental (UTE) del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP) y del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol han publicado un trabajo en la revista Nature Communications en el que, por primera vez, se correlaciona la transcriptómica de lesiones pulmonares de tuberculosis humana con datos clínicos de los mismos pacientes.

El estudio, liderado por la Dra. Cristina Vilaplana, ha aplicado técnicas de RNAseq a 44 muestras frescas de tejido lesional y adyacente de pacientes con tuberculosis sensible y multirresistente a fármacos sometidos a cirugía terapéutica. Los resultados muestran una separación clara entre el tejido lesional y no lesional, con una elevada expresión de genes proinflamatorios en las lesiones. El análisis de redes de coexpresión ponderada (WGCNA) ha permitido identificar 17 módulos transcriptómicos diferenciales y describir un gradiente de abundancia de elementos relacionados con la respuesta inmune según la localización dentro de la lesión.

Aunque previamente ya se había estudiado la transcriptómica de las lesiones, este es el primer trabajo que asocia estos perfiles moleculares con indicadores clínicos de los mismos pacientes. "Las personas con formas más graves de la enfermedad presentan lesiones más inflamadas, mientras que los pacientes con mejor evolución muestran perfiles compatibles con fases de reparación tisular", explica la Dra. Cristina Vilaplana.

Los investigadores han empleado como clinical surrogates un cuestionario validado de calidad de vida respiratoria (SGRQ) y la conversión del cultivo de esputo. "Hemos confirmado que cuando un paciente dice que se encuentra mal, esto se refleja molecularmente: sus lesiones muestran una respuesta inflamatoria más intensa", añade Vilaplana. Además, los pacientes que tardan más en negativizar el cultivo de esputo -un hecho previamente asociado con peor pronóstico- también presentan una mayor activación inmune a nivel lesional. "Estos datos abren la puerta a estrategias personalizadas: si a los dos meses vemos que el paciente no ha eliminado el bacilo, quizás habría que ajustar el tratamiento para modular la respuesta inflamatoria y evitar un peor desenlace clínico", concluye la investigadora.

Este estudio, iniciado en 2016, ha sido posible gracias a la colaboración con instituciones como el NCTLD (Georgia), el Francis Crick Institute, el Imperial College London, y otros centros biomédicos nacionales e internacionales. Ha contado con el apoyo financiero del Instituto de Salud Carlos III, la Comisión Europea, AGAUR, SEPAR, Wellcome Trust, Medical Research Foundation, NIHR, NC3Rs y dos de los programas CIBER: el CIBERES y el CIBEREHD.

Referencia

Fonseca, K.L., Lozano, J.J., Despuig, A. et al. Unravelling the transcriptome of the human tuberculosis lesion and its clinical implications. Nat Commun 16, 5028 (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-025-60255-w