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Una nueva estrategia terapéutica muestra potencial para tratar tumores de la piel de la neurofibromatosis tipo 1

- Investigación

Investigadores del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP) han hecho avances explorando posibles nuevos tratamientos para tumores cutáneos asociados con la neurofibromatosis tipo 1. Sus hallazgos en modelos celulares han sido publicados en la revista JCI Insight.

La neurofibromatosis tipo 1 es un trastorno genético minoritario que conduce al desarrollo de tumores de la piel llamados neurofibromas cutáneos. Prácticamente todos los adultos con esta condición padecen este tipo de neurofibromas, que van desde decenas hasta varios miles de tumores que afectan la piel de todas las regiones del cuerpo. Además de causar incomodidad, los neurofibromas cutáneos son desfigurantes, impactando negativamente en la salud mental y la calidad de vida de los pacientes.

El tratamiento actual implica la monitorización de los tumores y su eliminación quirúrgica si es necesario. "La cirugía es la única solución en este momento, pero es una solución parcial y limitada, ya que los neurofibromas pueden volver a crecer después de ser operados y seguir originándose en otras partes del cuerpo. Además, las cicatrices que dejan no son menores", explican Meritxell Carrió, Bernat Gel y Eduard Serra, autores de un estudio publicado en la revista JCI Insight. Sin embargo, su investigación reciente ha descubierto un posible avance en el tratamiento de estos crecimientos cutáneos.

En el estudio, los investigadores del grupo de Cáncer Hereditario del IGTP han explorado cómo ciertas células - las células de Schwann y los fibroblastos - interactúan entre sí en los neurofibromas cutáneos, revelando una firma genética que indica su comunicación. Esta firma apoya la hipótesis que su interacción podría ser un factor impulsor en el crecimiento de los neurofibromas cutáneos.

Los científicos han identificado un elemento clave en la firma proteica: el receptor GPR68. Cuando se activa con una molécula llamada Ogerin y se combina con Selumetinib, un inhibidor de MEK ya aprobado para su uso en neurofibromas plexiformes, este receptor provoca una notable disminución en la supervivencia de las células primarias de Schwann derivadas de los neurofibromas cutáneos.

Esencialmente, esta combinación no solo detiene la proliferación de las células de Schwann, sino que también promueve su diferenciación terminal y, finalmente, conduce a su muerte. Los resultados han sido validados de forma adicional utilizando un sofisticado modelo 3D de neurofibromas desarrollado a partir de células madre pluripotentes inducidas.

El efecto no se limita a la combinación de Ogerin-Selumetinib. Los investigadores han observado resultados similares usando otras sustancias que activan el GPR68 o imitan la acción de un mensajero celular conocido como cAMP.

Helena Mazuelas, la primera autora del trabajo publicado, enfatiza que la estrategia identificada abre la posibilidad de usar diferentes tipos de fármacos: "En este trabajo, hemos identificado el receptor GPR68 y analizado el efecto de uno de sus activadores. También demostramos que, de hecho, cualquier tratamiento que proporcione un aumento de cAMP en las células responsables del crecimiento tumoral puede ser válido. Muchos fármacos realizarían esta función, muchos de los cuales ya se están probando en humanos para otras enfermedades no relacionadas con la neurofibromatosis tipo 1, y que también es posible que pudieran funcionar para los neurofibromas. Los estamos buscando".

El principal hallazgo de estos experimentos ha sido el impacto duradero del tratamiento. Mientras que Selumetinib por sí solo detiene temporalmente la proliferación de las células de Schwann, la combinación con Ogerin ha logrado un cese duradero en su expansión, manteniendo este efecto incluso después de finalizarse el tratamiento.

Estos resultados conseguidos in vitro sugieren un nuevo enfoque para tratar los neurofibromas cutáneos. Al perturbar el equilibrio de dos vías celulares críticas: la vía Ras (afectada por inhibidores de MEK como Selumetinib) y la vía de cAMP (objetivo de elevadores de cAMP como Ogerin), esta terapia combinada emerge como una estrategia prometedora. Esto podría cambiar potencialmente el paradigma actual de tratamiento para los tumores cutáneos de neurofibromatosis tipo 1, pasando de la cirugía a un enfoque farmacéutico más dirigido.

Referencia

Mazuelas H, Magallón-Lorenz M, Uriarte-Arrazola I, Negro A, Rosas I, Blanco I, Castellanos E, Lázaro C, Gel B, Carrió M, Serra E. Unbalancing cAMP and Ras/MAPK pathways as a therapeutic strategy for cutaneous neurofibromas. JCI Insight. 2024 Jan 4:e168826. DOI: 10.1172/jci.insight.168826.