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El equipo del CEEISCAT coordina el proyecto de Escoles Sentinella en Cataluña

- Investigación

Este mes de febrero ha comenzado el proyecto in situ en 7 centros, de un total de 26 escuelas e institutos que participarán del estudio de Escoles Sentinella. El proyecto está impulsado y coordinado por el CEEISCAT, como grupo de investigación del IGTP, y tiene por objetivo principal monitorizar y evaluar la pandemia de COVID-19 en el ámbito escolar del conjunto de Cataluña para poder diseñar políticas sanitarias y educativas en un futuro inmediato.

El equipo del CEEISCAT, Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida de Cataluña, como grupo de investigación del IGTP, coordina el proyecto Escoles Sentinella, que impulsan el Departamento de Salud y el Departamento de Educación de la Generalidad de Cataluña. Este mes de febrero ha comenzado el trabajo de campo en los centros, pero ya hace meses que el equipo que lidera el Dr. Jordi Casabona trabaja para coordinar todas las partes implicadas en el estudio. El proyecto cuenta con la colaboración del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), del Living Lab de Salud de IRSICAIXA, del Hospital Vall d'Hebron y del IDIAP Jordi Gol i Gorina. También cuenta con participación de los servicios de microbiología del Hospital Germans Trias i Pujol, el Hospital Universitario Vall d'Hebron y el Hospital San Juan de Dios.

El principal objetivo de este proyecto es monitorizar y evaluar la pandemia del Covidien-19 en el ámbito escolar del conjunto de Cataluña mediante el estudio de Escoles Sentinella representativas de la diversidad organizativa, estructural y epidemiológica del territorio para diseñar políticas sanitarias y educativas útiles en relación con la prevención y control de la pandemia. "Queremos conocer el nivel de exposición al virus de los alumnos y del personal de los centros, así como describir los conocimientos, actitudes y conductas, también de las familias, en relación con la COVID-19 para diseñar políticas que permitan la prevención y el control de la transmisión del virus en este ámbito", explica el Dr. Casabona. "Hemos empezado con el muestreo basal de los primeros centros educativos del proyecto en el que se realiza a los participantes una prueba rápida de anticuerpos y una prueba PCR con una muestra nasal", añade. Actualmente hay 7 centros en los que se ha iniciado la implementación de los diferentes paquetes de trabajo y en los próximos meses se irán añadiendo hasta alcanzar los 26 centros. Después de Semana Santa se iniciará el seguimiento quincenal de los alumnos mayores de 12 años y del personal de los centros a los que se realizará una prueba rápido de antígeno y una prueba PCR con una muestra de saliva.

Las poblaciones centinela permiten monitorizar el comportamiento de situaciones como la que estamos viviendo para tener información epidemiológica de alta calidad que posibilite una respuesta ágil ante brotes o situaciones que requieran medidas de salud pública. Este proyecto permitirá determinar si los centros educativos pueden ser una buena población centinela que permita mejorar el control de la pandemia en el ámbito educativo y también a nivel poblacional gracias a la información de manera continuada de los centros que participan en el proyecto.

Evaluación de las condiciones ambientales

Siempre con la colaboración de las direcciones de los centros, en el estudio también se evalúan las condiciones estructurales y ambientales, para estudiar factores que puedan influir en la transmisibilidad del virus. En este caso, alumnos y profesores se convertirán en co-investigadores del proyecto a partir de dinámicas que se trabajarán dentro y fuera de las aulas. Estas acciones se repetirán a lo largo del curso para poder evaluar los resultados a lo largo del tiempo. "Esto nos permite una aproximación global a la cuestión de la COVID-19 a los centros, obteniendo el máximo de información para poder tomar decisiones informadas para la gestión de la pandemia", apunta Casabona. Los datos recogidos del estudio servirán de base para el diseño de medidas de salud pública que permitan la prevención y el control de la transmisión del virus, para que las escuelas sean lugares seguros libres de la COVID-19.