El IGTP y la Fundación Salut Alta acercan el método científico a cincuenta niños y jóvenes
Investigadoras del IGTP han organizado dos sesiones de laboratorio muy especiales para 50 niños y niñas, de entre 6 y 12 años, que participan del programa de actividades de verano de la Fundació Salut Alta. Después de una charla de introducción de la Dra. Cristina Vilaplana, médico e investigadora, y la Dra. Maria Rosa Sarrias, bióloga e investigadora, los pequeños científicos en potencia se han puesto a trabajar en dos sesiones de laboratorio, asistidos por investigadores en formación.
En el laboratorio de diluciones, en grupos de diez y debidamente equipados con bata de laboratorio y guantes, han aprendido como diluir soluciones tintadas, y como utilizar pipetas. Había un silencia casi total en el laboratorio, todos estaban muy concentrados en la tarea. Donde había un poco más de alboroto era en el "laboratorio de slime". Allí los grupos han aprendido a seguir un protocolo, como hacen los científicos en sus experimentos, para hacer slime, un moco elástico y blando, a partir de cola blanca, bicarbonato y líquido de lentes de contacto. Entre sesiones de laboratorio, los grupos han descansado pintando motivos científicos o jugando. Mira la galería de imágenes.
El campus Can Ruti, donde se encuentra el IGTP, está al lado de Badalona, una ciudad muy extensa y con muchas y distintas comunidades. La Salut Alta es una zona de difícil acceso por su relieve muy accidentado y por las derivadas de la falta de planificación urbanística, herencia de las décadas de los 60 y 70. Se encuentra en la parte más alta del barrio de la Salut y es el punto de partida para muchas familias inmigradas, lo que le provee de una gran variedad y riqueza de culturas, pero no siempre acompañado de todos los recursos necesarios.
La Fundació Salut Alta es una entidad local que se dedica a dar apoyo educativo y apoyo a familias vulnerables, ofreciendo oportunidades a niños y niñas de participar a la sociedad, contribuyendo a la cohesión de su entorno. En verano, durante el mes de julio, promueve actividades en el centro, con talleres y excursiones para que los niños y jóvenes disfruten del ocio educativo y de nuevas experiencias.
Todos los participantes a las sesiones se lo han pasado en grande, incluso los adultos que les acompañaban. "Ha causado impacto", explica una de las educadoras, "realmente se han llevado a casa el mensaje de la ciencia". Las científicas también han valorado muy positivamente la experiencia y ya se plantean repetir. "Es muy importante que toda nuestra comunidad sepa cual es nuestro trabajo", destaca Cristina Vilaplana. "Con unos ingredientes sencillos y mucha organización todos hemos pasado un buen rato y hemos aprendido mucho los unos de los otros", concluye Maria Rosa Sarrias.