Germans Trias se suma a un estudio internacional sobre la vacuna BCG contra la COVID-19 en personal sanitario
Can Ruti se suma a un ambicioso estudio internacional para probar los posibles efectos de la protección de la vacuna contra la tuberculosis (BCG) contra la COVID-19. A nivel estatal está previsto que participen un millar de sanitarios. El Hospital y el Instituto de Investigación Germans Trias participan, con el Dr. Antoni Rosell liderando el proyecto, Director Clínico del Área del Tórax, con los servicios de Neumología, Medicina Preventiva y Farmacia, junto con los dos grupos de investigación dedicados al estudio de la tuberculosis en el IGTP, liderados por los doctores Pere-Joan Cardona y José Domínguez.
Mientras no haya disponible a nivel global una vacuna específica contra el coronavirus, es necesario encontrar métodos de protección temporales contra los efectos de la infección por este virus. Se está trabajando, sobre todo, con fármacos y otros productos ya existentes. Es el caso de la vacuna BCG (Bacil de Calmette-Guerín), que está mostrando resultados prometedores en distintos estudios, pero es necesario un estudio a gran escala para probar la posibilidad de su efectividad. Por ello nació el BRACE trial, el ensayo clínico que arrancó esta primavera en Australia para investigar si la vacuna BCG puede proteger al personal sanitario contra la COVID-19. Ahora el estado español se suma a este estudio, al lado de los Países Bajos, el Reino Unido y Australia, con participantes de distintos centros hospitalarios, entre los cuales el de Can Ruti.
El ensayo clínico se centra en el personal sanitario, un colectivo que está especialmente expuesto a este coronavirus. "Se trata de un estudio controlado, con vacuna y placebo, en el que puede participar todo el personal que trabaja en un centro de salud y/o que tenga contacto directo con pacientes", explica el doctor Antoni Rosell, investigador principal del proyecto en Germans Trias. "Después de la administración de la vacuna (o del placebo) haremos un seguimiento de los participantes durante 12 meses. La vacuna será efectiva si hay considerablemente menos infecciones en los participantes que han recibido la BCG respecto los que hayan recibido placebo", detalla Rosell.
Originalmente, la vacuna BCG se desarrolló para proteger de la tuberculosis (TB), es decir que no se trata de una vacuna específica contra el coronavirus. Sin embargo, se ha visto que, además de proteger de la TB, la vacuna genera un impulso temporal del sistema inmunitario. "Este refuerzo inmunitario puede ofrecer protección extra en caso de infección por coronavirus, que esperamos que reduzca el número de personas afectadas por el virus y alivie los casos de infección. Sabemos que la vacuna protege también en otras infecciones respiratorias", explica el Dr. José Domínguez, jefe de grupo de investigación en el IGTP y participante de la coordinación del BRACE desde Germans Trias. "Si la vacuna BCG resulta efectiva, será un muy necesario complemento al limitado arsenal de fármacos de los que disponemos, hoy por hoy, para luchar contra la COVID-19", concluye el Dr. Rosell.
Más participantes, resultados más rápido
El ensayo comenzó en Australia, bajo la dirección del Profesor Nigel Curtis, investigador del Murdoch Children's Research Institute, en Melbourne; el centro coordinador y promotor en Europa es el University Medical Center (UMC) de Utrecht, en los Países Bajos. "Con el apoyo de la Fundación Bill&Melinda Gates, el estudio BRACE se ha podido ampliar a Europa con el objetivo de llegar a 10.000 participantes en el estudio global", valora Domínguez. "Sabemos que la vacuna BCG puede proteger más allá de la tuberculosis, cuanto más participantes seamos en el ensayo, antes podremos obtener resultados", añade.
Actualmente se está llevando a cabo en siete centros en Australia, seis en los Países Bajos y seis centros en el estado español: el Hospital Germans Trias, el Hospital Mútua de Terrassa, el Hospital Virgen de Macarena de Sevilla, el Hospital Lozano Blesa de Zaragoza, el Hospital Marqués de Valdecilla de Santander y el Hospital Cruces de Bilbao. También se han incorporado recientemente al estudio centros de Brasil.